miércoles, 27 de enero de 2010

iGLeSia En MeDiO dE La eDaD ConTeMPoRaNea



En la Edad Contemporánea En el plano social y económico es el siglo de la revolución industrial, el siglo de la expansión de los imperialismos y del capitalismo, de los movimientos obreros, del marxismo. Es el siglo del romanticismo y del realismo, en el plano cultural. Es el siglo del liberalismo. Es el siglo del despertar de la conciencia social en la Iglesia. Es el siglo de la formación de las nacionalidades en Iberoamérica. Es el siglo de la restauración. Un siglo muy movido que preparará el siglo XX.



Era una vuelta al orden y a la tranquilidad social –apoyo burgués-. Su imperialismo era agresivo y le proporcionó la adhesión de todo el pueblo francés. Se extendió por toda Europa: Prusia, Italia, España, Austria, Rusia...toda las grandes potencias van cayendo ante su avance arrollador. Sólo Inglaterra resiste –Trafalgar-. Sin embargo, la ambición del emperador era excesiva; la retirada de Rusia y la batalla de Leipzig de 1814 constituyen su primera derrota, después de la cual es recluido en Elba. La caída definitiva de su imperio será Waterloo (1815) en la que sería derrotado por un ejército aliado al mando de Wellington.


Mientras hasta entonces había habido una unión estrecha altar-trono, desde la revolución francesa prevaleció la distinción entre el orden político y el espiritual, entre el civil y el religioso, entre el temporal y el sobrenatural. Esta separación se acució en el siglo XIX. Durante la restauración, la Iglesia quedó marginada del mundo moderno, y al Papa no se le quiso reconocer el papel de árbitro internacional. Las grandes potencias no querían que les propusieran criterios extraños a sus intereses basados sobre la fuerza.

¿Qué criterios eran? Los criterios morales. ¿A cambio de qué criterios? Lógicamente, los liberales.
el liberalismo, al proponer una libertad sin deberes, se confunde con una independencia y autonomía absoluta del individuo, y da al hombre una sensación de omnipotencia que, en su ejercicio, constituye la tentación más antigua y, sin embargo, siempre renovada. Nada halaga más al hombre, en efecto, que se le haga creer que todo lo puede, que nada debe oponerse a sus deseos. Nada atrae más al hombre, en suma, que hacerse dios. El “seréis como dioses”, pronunciado por la serpiente en el paraíso, continúa seduciendo al hombre moderno. Por tanto, en el campo religioso, el liberalismo no depende de Dios, ni de los principios de la moral. Se basta a sí mismo. De este siglo son los mormones, fundados por José Smith, que se instalaron en el estado de Utah, Estados Unidos; y cuyos errores son bastante evidentes y frutos de este liberalismo religioso: cada uno puede llegar a ser dios por su propio esfuerzo, pues no se necesita gracia de Dios para perfeccionarse sino el propio esfuerzo; los mormones, además, permiten la poligamia, como manifestación de esa libertad omnímoda, y al mismo tiempo, dan curso sin control a los placeres sexuales, pues “los ángeles del cielo” le habían dicho a su fundador que podía tener todas las mujeres que deseara.



Guillermo Booth fundó en Londres el Ejército de Salvación en 1865, especie de metodismo organizado militarmente para conquistar a la fe a las clases populares. En USA se inició el movimiento de los científicos Christian Science, impulsado por miss Eddy; por medio de la autosugestión trataban de obtener la curación del cuerpo. Durante este siglo XIX se propagó el espiritismo. o creencia en la posibilidad de comunicación con los difuntos.

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